Existen tres estilos diferentes de tutoría según las funciones o roles del tutor: Tutoría reactiva (en donde hay un mínimo de interacción con el alumnado), Tutoría activa (suele ser la más frecuente ya que ofrece un seguimiento al alumnado) y Tutoría proactiva (la tutoría más completa, ya que incorpora también elementos de motivación y gamificación). Veamos cada una de ellas con un poco más de detalle.
TUTORÍA REACTIVA
Este tipo de tutorías se basan principalmente
en responder a las dudas del alumnado como experto en la materia y corregir las
tareas o actividades. El estilo de tutoría suele ser únicamente académica. En
este caso, la labor del tutor estará en función de la demanda del alumnado
(solicitudes a preguntas o respuesta a tareas entregadas). Es la tutoría más
básica y con menor implicación en el proceso formativo.
TAREAS EN UNA TUTORÍA REACTIVA:
• Responder a dudas que reciba sobre el contenido del curso.
• Corregir tareas o ejercicios.
• Hacer tutorías a demanda (solicitadas previamente por el estudiante).
Este es el tipo de tutorías que encontramos,
por lo general, en los cursos MOOC. ¿Has oído hablar alguna vez de este
término? Las siglas provienen del inglés (Massive Open Online Course)
que significa Cursos Online Masivos y Abiertos. Por tanto, van dirigidos a una
gran población y suelen tener un número ilimitado de participantes. Dada la
gran cantidad de personas que pueden llegar a hacer estos cursos, una tutoría
activa o proactiva sería imposible por falta de tiempo. Por tanto, si te
apuntas a un curso de este tipo, casi con total seguridad te ofrecerán una
tutoría reactiva.
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manera gratuita? Te recomiendo conocer la metodología del Aula Invertida (o
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TUTORÍA ACTIVA
En este tipo de tutorías, el tutor tiene una implicación mayor con el alumnado. Debe realizar un seguimiento más exhaustivo del alumnado para asegurarse que alcanza los objetivos. En esta ocasión, tiene la iniciativa para contactar con el alumnado para conocer su evolución en la acción formativa, aunque no haya recibido ninguna duda. Por tanto, a las funciones que ya se ejercían en una tutoría reactiva, se deben sumar las propias de las tutorías activas.
TAREAS EN UNA TUTORÍA ACTIVA:
• Responder a dudas que reciba sobre el contenido del curso.
• Corregir tareas o ejercicios.
• Hacer tutorías a demanda y programadas.
• Realizar todas las tareas propias de una tutoría reactiva.
TUTORÍA PROACTIVA
Por último, este tipo de tutorías implican generar una observación y reflexión constante en el alumnado para garantizar el trabajo autónomo y la búsqueda de información que le garantice. Sería el grado máximo de implicación en la acción formativa. El tutor en este caso también propone actividades y dinámicas para motivar al grupo. Este tipo de tutorías son las que conllevan una mayor dedicación, puesto que no sólo se basa en responder a las dudas, corregir las tareas y realizar un seguimiento más exhaustivo del alumnado, sino que además el tutor debe dinamizar al grupo para motivarlo y que no abandone la formación.
TAREAS EN UNA TUTORÍA PROACTIVA:
• Dinamizar al grupo, realizando actividades de motivación.
• Gamificación del aprendizaje.
• Realizar todas las tareas propias de una tutoría activa y una tutoría reactiva.
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