PRINCIPIOS METODOLÓGICOS

Todo proceso formativo debe seguir unos principios metodológicos generales, los cuales se centran en la adaptación al nivel y expectativas del alumnado y en la creación de un buen clima de aprendizaje que sea enriquecedor y útil para el desarrollo profesional. Veamos a continuación algunos de estos principios:

·        Principio de especificidad: La metodología de enseñanza elegida deberá adaptarse tanto a los objetivos de la formación como a las circunstancias y particularidades del contexto y del grupo de clase. Esto viene a decir que, no existen “métodos mágicos” que valgan para todo tipo de situaciones.

·        Principio de complementariedad: Dado que no existen métodos válidos para todo tipo de situaciones, deberemos usar una variedad de técnicas a lo largo del proceso formativo. De esta forma, las carencias que puedan tener unas técnicas se cubrirán con los puntos fuertes de otras que se puedan implementar.

·        Principio de proximidad: Integrar lo aprendido en posibles situaciones de la vida profesional para aplicar los conocimientos de la acción formativa.

·        Principio de individualización: Respetar las diferencias individuales del alumnado. Lo cual, ayudará a realizar una enseñanza más flexible y personalizada.

·        Principio de comunicación: Permitir el intercambio de ideas y opiniones entre los individuos, favoreciendo un entorno de diálogo que enriquezca a todo el grupo.

·        Principio de reflexión: Inducir al pensamiento reflexivo en el alumnado, como parte fundamental de la acción formativa.

·        Principio de responsabilidad: Fomentar en el alumnado un comportamiento responsable tanto de sus actos como de su propio desarrollo y aprendizaje.  

·        Principio de participación: El docente deberá implicar a todo el alumnado en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

·        Principio de Evaluación: Identificar las dificultades que impidan el avance o progreso del aprendizaje en el alumnado mediante una evaluación continua.

 

Especialmente en la educación a adultos, se debe tener en cuenta que además se den las condiciones óptimas para favorecer el aprendizaje:

  • Aprendizajes significativos en relación con las necesidades y expectativas del alumnado, así como sus conocimientos y experiencias previas. 
  • Aprendizajes prácticos y útiles para la vida laboral y de su realidad más próxima. 
  • Favorecer un aprendizaje autónomo implicándole en la acción formativa y en su propio progreso a lo largo del curso.

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