El comportamiento humano se inicia con la sensación interna de una necesidad,
que lleva a la acción dirigida hacia el logro de un objetivo.
Las necesidades están relacionadas con el sentimiento de
carencia, lo que nos lleva a la acción para “llenar ese vacío” que nos está
provocando. Las necesidades presentan los siguientes rasgos característicos:
- Ilimitadas en número: Pueden surgir infinidad de necesidades nuevas.
- Limitadas en capacidad: Una vez satisfecha una necesidad, no es necesario continuar realizando dicha acción (por ejemplo, beber hasta saciar nuestra sed).
- Excluyentes: Seleccionamos aquellas necesidades que podemos cubrir obviando aquellas otras que no nos es posible atender de forma simultánea.
- Complementarias: La satisfacción de una necesidad implica forzosamente la satisfacción de otras indispensables (la necesidad de comer, supone la necesidad de cocinar previamente).
- Sustituibles: En el caso de no poder satisfacer una necesidad, se busca otra similar. Por ejemplo, las personas de que están dejando de fumar, en lugar de satisfacer su necesidad de fumar, toman un caramelo, o algún sustituto.
- Intensidad variable: La necesidad puede ser más o menos intenso en diferentes momentos o épocas. Por ejemplo, la necesidad de salir de casa y hacer vida social en algunas épocas o la necesidad de quedarte en casa sin salir en otros momentos.
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