Vamos a comenzar a cuestionarnos la siguiente pregunta:
La respuesta más acertada sería: DEPENDE. Ya que pueden ser buenas o malas dependiendo de la finalidad que persiga. Ya hemos visto que deberemos seleccionar el instrumento más adecuado en función de las evidencias que necesitemos en relación a una capacidad concreta. No es lo mismo buscar evidencias relacionadas con el grado de conocimiento que ha adquirido un alumnado en relación a un tema en donde una prueba objetiva podría ser válida que buscar evidencias de una destreza o habilidad en el entorno laboral en donde una prueba objetiva podría no ser lo más adecuado.
Está claro que la forma en que evaluamos a nuestro alumnado, afecta directamente a su forma de estudiar. Las pruebas objetivas (tipo test) más convencionales estimulan un estudio superficial y memorístico, puesto que el alumno no se expresa, no organiza sus ideas, no elabora pensamientos propios. Por lo que, este tipo de pruebas, por muy bien elaboradas que estén, dejan fuera objetivos muy importantes. Se recomienda, por tanto, combinar este tipo de prueba con otros instrumentos de evaluación que recojan evidencias no sólo de aprendizajes simples sino también de aprendizajes más complejos (con pruebas como el ensayo, las pruebas orales, etc).
INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN Y TIPOS DE ÍTEMS
Dentro de las pruebas de evaluación de aprendizajes simples podemos realizar dos tipos de pruebas: PRUEBAS DE SELECCIÓN y PRUEBAS DE EVOCACIÓN. Cada una de estas pruebas tiene a su vez una tipología de ítems que podemos utilizar. En la siguiente imagen, podemos ver un resumen:
INSTRUCCIONES GENERALES DE APLICACIÓN
El documento que tenga el alumnado para realizar la prueba debe ofrecer unas instrucciones claras para poder contestar de manera adecuada al ejercicio. Hago un resumen de qué tipo de información debemos ofrecer en dichas instrucciones:
- Identificación: Módulo formativo/ acción formativa a la que responde la prueba.
- Duración: ¿De cuánto tiempo dispone el alumnado para responder a la prueba?
- Consulta de material: Si se permite consultar apuntes u otros materiales.
- Medios: ¿De qué medios se dispone para realizar la prueba?
- Número total de ítems y valor o puntuación obtenida con cada respuesta correcta.
- Respuestas erróneas: ¿Se quita algún punto por respuesta incorrecta? ¿Cuánto?
- Indicar la nota que se considera APTO para realizar el ejercicio.
- ¿Cómo marcar la respuesta correcta?
- Si sólo hay una respuesta posible (indicarlo aquí). Si esto varía, indicarlo en el enunciado de la propia pregunta.
NORMAS DE REDACCIÓN DE LAS PREGUNTAS
Me gusta empezar por aquí porque luego podemos ir analizando sobre este ejemplo el resto de temas que vamos a tratar en esta unidad de aprendizaje. Os propongo responder al siguiente ejercicio tipo test. Es importante que no busquéis la solución en Internet ni en otro medio y que respondáis lo más rápido posible. Son preguntas que tienen algún "fallo" o "errata", si localizas el error, encontrarás la respuesta ;-) A continuación, analizaremos pregunta por pregunta para reflexionar sobre "errores comunes" que se comenten en la redacción de preguntas.
NOTA: ¿Sabías que hay test específicos para verificar la facilidad para responder correctamente cuando no se sabe o no se ha estudiado? El nombre de estos test es: TEST-WISENESS
A continuación, se enumeran las principales normas de elaboración de los enunciados y las opciones de respuesta a la hora de realizar un test:
- Incluir como información previa normas concretas e instrucciones que ayuden al alumno a responder correctamente a la prueba.
- Enunciado claro y sencillo. Facilitar la comprensión de lo que se está preguntando.
- Elaborar los ítems en función de los objetivos o capacidades que se pretenden evaluar.
- El número de alternativas o de opciones de respuesta debe estar comprendido entre 3 y 5. Exceptuando aquellas preguntas de verdadero y falso.
- La longitud de las respuestas debe ser similar así como la redacción de las mismas. Ya que normalmente, la respuesta correcta suele ser la más larga y la mejor elaborada.
- Evitar el abuso de "todas las anteriores" o "ninguna de las anteriores".
- Evitar el uso de palabras como "siempre" o "nunca".
- Evitar frases en negativo.
- Prestar atención a la redacción del enunciado y las respuestas para no dejar pistas de cuál es la opción correcta.
- No añadir en el enunciado datos innecesarios que puedan dar lugar a confusión.
- Poner en el enunciado de la pregunta todo aquello que sea común para no repetir las mismas palabras en las opciones de respuesta.
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